Blanco y negro

Llega un momento en que uno dice: ''Voy a seguir a Spiderman aunque los escriba Jimenez Losantos, y mira que seria eso desastroso. Pero es que, cielos, es Spiderman, es parte de tí. No puedes abandonarlo a su suerte y perderte un trozo de su trayectoria.

Así que cuando llegan buenos tiempos, los disfrutas el doble por que puedes decir: ''yo estuve ahí''.
Pero cuendo llueve, ay cuando llueve, no queda mas remedio que decir: ''era una puta mierda, pero yo estuve ahí''.

Claro que intentas minizar la putamierdez, ''voy a sentarme y a disfrutar, ¿que estan ahora haciendo los mismos tebeos de los ochenta? Bueno, en los ochenta te gustaban aquellos tebeos, ¿no?, pues disfrutalos otra vez pero actualizados''

Y lo he intentado, he intentado disfrutar de esta Spiderman Ultimae 2, pero no he podido. Lo de Jackpot es una puta mierda como un castillo, y lo ultimo que necesitamos es otro duende. Unos tres capitulos insulsos, sin sentido en un tramo y con un duende verde que hace cosas por que sí y totalmente desvirtuado. La mayor gracia del duende es cómo jodía a Spiderman sin parar. Es lo mejor que tienen los supervillanos, que llega un punto en el que ya no tienen un movil inicial mayor que joder al Superheroe. Y no hay nada mas divertido que eso.
Pero el nuevo duende no es así. Es un puto muermo, ''Voy a pegarle al nuevo duende para que no haga fechorías'', cuando lo verdademeramente interesanta que tenía el duende era que ya traspasa el deber del superhore para pasar a ser algo mas personal.

Pero joder, si aún no hemos tenido lo mas disfrutable de los ochenta. El culebrón. Todavía nada. Y es que Dan Slott es un tio habil y con talento que supo salvar la putruñosa situación junto con la ayuda del gran Steve McNiven. Pero cuando tienes a alguien que no es tan Habil cómo Marc Guggenheim, ayudado de alguien normal como Salvador Larroca, la casa se te cae desde los mismos cimientos.

Pero yo estuve allí.